El Blog de Eliseo Oliveras sobre política internacional. Una mirada crítica y sin compromisos desde la capital de Europa sobre las claves, el funcionamiento y los entresijos de la Unión Europea (UE), de la OTAN y de sus estados miembros.

Peligroso precedente de la Eurocámara contra la libertad de expresión


Votación durante una sesión plenaria del Parlamento Europeo



El Parlamento Europeo ha sentado esta semana un peligroso precedente contra la libertad de expresión al autorizar el levantamiento de la inmunidad parlamentaria a Marine Le Pen, líder del partido de extrema derecha francés Front National, por sus opiniones a petición de la justicia francesa. Por incómodas, desagradables, reprobables o extravangentes que puedan ser las opiniones de un dirigente político o de un ciudadano, el derecho a la libertad de expresión es esencial y constituye el pilar fundamental sobre el que se levanta la democracia en Europa.

La libertad de expresión ha costado siglos de encarnizadas luchas e incontables mártires antes de haber quedado consolidada en la Unión Europea (UE). Por eso, sorprende que este derecho fundamental pueda ser olvidado tan alegremente por la Eurocámara como ocurrió el pasado 2 de julio cuando la mayoría de los eurodiputados votó a favor de que se pudiera juzgar a uno de ellos por sus meras opiniones. La mayoría de los eurodiputados, sometidos a la moderna dictadura de lo políticamente correcto, se escudaron en el argumento falaz de que la causa judicial instruida contra Marine Le Pen no tienen nada que ver con su actividad como eurodiputada, aunque se trate de declaraciones durante un mitin de su partido y no supongan ninguna incitación a cometer un delito.

Cómo es lógico, la ideología de extrema derecha de Marine Le Pen y de su partido provoca un rechazo generalizado entre la mayoría de los ciudadanos y políticos europeos. Sin embargo, eso no justifica que se le intente impedir expresar sus ideas o se la persiga judicialmente por sus opiniones. Eso sólo lo hacen los regímenes autoritarios y las dictaduras, que se distinguen por prohibir la publicación de libros, revistas y diarios y por perseguir la difusión de cualquier idea que salga de la norma permitida.

Ahora ha sido Marine Le Pen, y la mayoría no vaciló en negarle el derecho a la libertad de expresión porque se trataba de una paria política en la Eurocámara con una ideología fácilmente reprobable. Pero otro día será otro eurodiputado porque alguien, un colectivo, una empresa, un banco o una entidad política, se habrá sentido molestos o perjudicados por las opiniones o críticas que haya podido formular ese diputado fuera del Parlamento Europeo. Y el precedente ya estará sentado.

La creciente tendencia actual a "lo políticamente correcto" es una sutil estrategia moderna para ir amordazando poco a poco a la sociedad y a sus ciudadanos. Con la excusa de no molestar a un colectivo o a otro, se silencian los debates sobre temas incómodos. Se empieza condenar la publicación de una caricatura de Mahoma o procesando a un escritor por criticar una religión (Michel Houellebecq) y se acaba dejando de explicar a los estudiantes de secundaria la evolución de las especies. Y poco a poco se van introduciendo nuevas restricciones, como intentar prohibir que se filmen las actuaciones policiales en la calle o la reintroducción del delito de blasfemia, y al final se acabará impidiendo criticar a las instituciones del Estado y a sus representantes bajo el delito de desacato o se prohibirá informar sobre los casos de corrupción hasta que no haya una sentencia firme.  

El procedimiento judicial abierto en Lyon acusa a la hija del fundador del Front National, Jean-Marie Le Pen, de provocar «la discriminación, la violencia y el odio hacia un grupo personas en razón de su religión». La investigación judicial es fruto de las declaraciones públicas efectuadas por Marine Le Pen durante un mitin en diciembre del 2010, cuando afirmó que «los rezos en la calle» de los musulmanes son una forma de «ocupación», «sin blindados, ni soldados», pero «una ocupación igualmente». La denuncia contra la líder del Front National fue presentada por el Movimiento contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos (MRAP) y la fiscalía ha abierto una instrucción judicial preliminar. La apertura de un procedimiento judicial por una mera opinión quizá no es ajena a que la popularidad de Marine Le Pen pueda restar votos a la derecha en las próximas elecciones europeas de mayo del 2014, en las que su partido figura como tercera fuerza favorita.

     

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