El Blog de Eliseo Oliveras sobre política internacional. Una mirada crítica y sin compromisos desde la capital de Europa sobre las claves, el funcionamiento y los entresijos de la Unión Europea (UE), de la OTAN y de sus estados miembros.

Polonia arranca su mandato europeo con polémica


Donald Tusk, primer ministro polaco 


Polonia ha asumido hoy 1 de julio la responsabilidad de la gestión semestral de la Unión Europea (UE) con una polémica con sus socios miembros de la zona euro al pretender exigir en las reuniones ministeriales del Eurogrupo sin formar parte de la moneda común europea.

Tras tensas discusiones y sin amedrentarse por las primeras negativas, Polonia ha logrado ser invitada a asistir a las reuniones de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro, en lo que constituye su primer éxito en el objetivo de ser considerado como uno de los grandes estados de la UE.

Polonia se ha fijado precisamente como principal objetivo de su gestión semestral europea el incrementar el status y la influencia política del país entre sus socios europeos y contrarrestar el actual dominio del eje franco-alemán mediante un reforzamiento de la propia UE y de sus instituciones.

«Es de crucial importancia que durante el mandato incrementemos el status de Polonia como país que es altamente valorado en los debates internos de la UE», ha destacado el primer ministro polaco, Donald Tusk, ante el Parlamento.

Además de reforzar el peso político de Polonia en la UE, Tusk aspira a que el mandato europeo impulse la victoria de su partido centrista Plataforma Cívica (PO) en las elecciones legislativas convocadas precisamente en octubre, a mitad del semestre.

Ante la actual delicada coyuntura creada por la crisis financiera griega y respaldada por un envidiable crecimiento de casi el 4%, Polonia quiere priorizar una rápida expansión económica en la UE mediante un acuerdo final sobre la supervisión económica, el impulso del mercado electrónico y la patente europea (a la que se opone España).

La segunda gran prioridad de Polonia durante este semestre es revitalizar el proceso de ampliación de la UE, con la firma del tratado de adhesión de Croacia, el inicio de las negociaciones de adhesión con Serbia y la finalización del Acuerdo Asociación y de Libre Comercio entre la UE y su vecina Ucrania.

Una «Europa segura» es el tercer gran objetivo polaco, con el desarrollo de una política exterior energética que garantice y diversifique los suministros, con la mejora del control de las fronteras exteriores frente a la inmigración y con una colaboración más estrecha en materia de defensa entre la UE y la OTAN.

La impronta que quiere dejar Polonia en la UE está simbolizada en un vídeo de promoción en el que se ve a una joven, triste y sola, que representa a la UE, sentada en un banco en una ciudad desierta, que recuerda el barrio de las instituciones europeas de Bruselas. Un joven con una camisa con los colores blanco y rojo de la bandera polaca, se acerca y la saca a bailar, devolviéndole la sonrisa.

Polonia sustituye a Hungría, que durante el primer semestre del año ha gestionado de forma discreta la UE y sin la gloria a la que aspiraba el primer ministro húngaro, Viktor Orban. Su mayor éxito ha sido concluir las negociaciones de adhesión de Croacia el 30 de junio y su labor ha estado ensombrecida por las restricciones a la libertad de información en la polémica ley de prensa húngara y por la controvertida reforma de la constitución.  

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